¿Por qué es importante que tu perro esté vacunado contra la Leishmaniosis?

¿Por qué es importante que tu perro esté vacunado contra la Leishmaniosis?

Si has oído hablar de esta enfermedad pero aún no te queda claro el peligro que puede tener, sigue leyendo porque te damos los datos necesarios para que quedes informadx de todo.

¿Qué es la Leishmaniosis?

La leishmaniosis canina es una enfermedad infecciosa causada por el parásito Leishmania infantum.  La principal vía de transmisión de este parásito es a través de la picadura de un grupo de mosquitos llamados flebotomos. Hay otras vías de transmisión aunque son muchísimo menos frecuentes. Aunque hay que tener mucho cuidado porque si un perro con leishmania se utiliza para la cría, la enfermedad pasa a los descendientes.

Existen tres tipos de leishmaniosis:

  • La leishmaniosis cutánea. Este tipo afecta a la piel y a las membranas mucosas. Las llagas que pueden aparecer en la piel empiezan, normalmente, en la región donde se ha producido la picadura del flebótomo.
     
  • La leishmaniosis sistémica o visceral. Afecta a todo el cuerpo y suele desarrollarse entre dos y ocho meses después de la picadura del flebótomo.
     
  • La leishmaniosis mucocutánea. Conduce a la destrucción total o parcial de las membranas mucosas de la nariz, la boca y la garganta. 

¿Cómo puedes notar que tu perro tiene leishmaniosis?

Las manifestaciones clínicas de la enfermedad pueden ser muy variadas. Así podemos tener signos generales, lesiones dermatológicas,  oculares u otras. Entre los signos generales podemos observar cómo nuestro perro pierde peso comiendo lo mismo o con el apetito disminuido, apatía, vómitos, diarrea, fiebre, aumento de tamaño de los ganglios linfáticos, aumento en el consumo de agua y en la cantidad de pis, palidez de mucosas. Respecto a las lesiones en la piel puede haber caída de pelo con aparición de calvas, presencia de bultos en la piel, mal estado del pelo y uñas, excesiva descamación. En los ojos puede aparecer lagrimeo, calvas, párpados inflamados o inflamaciones dentro del ojo. También puedes notar sangrados por la nariz o cojeras. 

¿Cómo se puede diagnosticar la enfermedad?

Además de un examen físico completo, se tomará una muestra de sangre y en ocasiones de orina. En un análisis de sangre básico se puede encontrar anemia, subidas o bajadas de los glóbulos blancos, aumentos en las proteínas y en ocasiones descensos en las plaquetas. Una de las principales complicaciones que podemos encontrar son lesiones en el riñón y/o hígado. 

Un aspecto muy importante a destacar en esta enfermedad es que hay un gran número de perros que pueden dar positivo en los test pero no estar enfermos  y muchos de ellos nunca llegarán a estarlo, aunque eventualmente una bajada de defensas puede hacer que la enfermedad se desarrolle en algunos casos. No es lo mismo positivo que enfermo. Algunos perros positivos pueden estar sanos. Hay perros que de modo innato desarrollan un tipo de respuesta inmunitaria que les hace resistentes a la enfermedad y aunque tengan contacto con el parásito nunca van a enfermar.

¿Qué medidas de prevención puedo tomar?

  • Aplicación de repelentes: Si vamos a viajar a zonas endémicas las pipetas se deben de aplicar dos días antes y los collares al menos 1-2 semanas antes. Los repelentes reducen el riesgo de infección pero no previenen la aparición de signos clínicos una vez que el perro ha sido infectado.
  • Vacunación: No previenen la infección pero sí reducen el riesgo de progresión de la enfermedad y la probabilidad de desarrollar signos clínicos. Sólo se deben de aplicar a perros que previamente hayan dado negativo a un test serológico en sangre.
  • Potenciar la respuesta inmunitaria del perro: Podemos utilizar productos tanto como tratamiento, como prevención cuya función es potenciar el tipo de respuesta inmunitaria que protege a nuestra mascota de esta enfermedad.
  • Test serológicos.

Según el Instituto de Salud Carlos III, las medidas de prevención se centran en evitar la exposición al vector, el diagnóstico precoz y el manejo adecuado de los casos, tanto de humanos como de animales domésticos. No existe vacuna comercializada para humanos, pero sí frente a la leishmaniasis canina.

Según el modo de vida de nuestra mascota, la zona geográfica donde viva y su historial de viajes podemos instaurar todas las medidas de prevención o sólo algunas. No olvides consultar a tú veterinario ante cualquier duda y pedir cita para vacunar a tu peludete.

📍 𝐂𝐚𝐥𝐥𝐞 𝐃𝐫. 𝐑𝐨𝐝𝐫𝐢́𝐠𝐮𝐞𝐳 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐅𝐮𝐞𝐧𝐭𝐞, 𝟐𝟕, 𝐁𝐫𝐮𝐧𝐞𝐭𝐞,

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