Zonas de España donde abunda la procesionaria

Zonas de España donde abunda la procesionaria

La oruga procesionaria del pino puede causar reacciones leves en la piel. En algunas personas alérgicas, podría ocasionar una anafilaxia. En el caso de las mascotas las consecuencias son más graves ya que los pelos de la oruga actúan como dardos envenenados que, en el peor de los casos, podrían provocar la muerte por asfixia. Es justamente en primavera cuando hay que estar más atentos para evitar accidentes indeseables.

La procesionaria del pino es la plaga más importante de los pinares mediterráneos. Este lepidóptero es típicamente mediterráneo, en España puede localizarse por toda la península, así como en las islas Baleares. El clima juega un papel fundamental en la propagación de esta plaga. En las zonas en las que las temperaturas alcanzan valores muy bajos (-12 ºC) se frena el desarrollo de la propagación, lo mismo ocurre en regiones con elevada pluviosidad, que dificulta su reproducción. El mayor peligro que origina la procesionaria del pino es el ocasionado en las zonas recreativas, parques y jardines. Las zonas donde más procesionarias se ven en España son sobre todo en Sevilla, Madrid, Málaga, Murcia o Alicante, pero como decíamos anteriormente se pueden encontrar por toda la península.

 

La hembra pone los huevos en los árboles y las orugas nacen a los 30 o 40 días de la puesta, es decir, entre mediados de septiembre y mediados de octubre. Las orugas construyen nidos de seda que les sirven de refugio para pasar los fríos del invierno. Cuando llega la primavera, o finalizando el invierno (desde febrero a primeros de abril), las orugas descienden en fila al suelo, de ahí el nombre de Procesionaria; se entierran y crisalidan dentro de un capullo. De las crisálidas surgen en verano las mariposas que se aparearán dando comienzo a un nuevo ciclo.




Para controlar de forma artificial las poblaciones de esta especie se utilizan medios físicos, químicos y biológicos, como las trampas de feromonas para capturar a los machos adultos, que reducen las posibilidades de reproducción y por tanto las poblaciones. Los medios físicos pasan por la eliminación de los nidos: cuando las orugas están dentro, estos se cortan, apilan e incineran. A día de hoy, el método que siguen muchos ayuntamientos consiste en una inyección que se aplica directamente en el tronco del pino y que permite la administración de dicha solución por vía intravascular, consiguiendo así que la plaga que está intentando alimentarse del pino se vea afectada por ese producto.

La lucha química consiste en la fumigación con insecticidas que durante los primeros estadios de desarrollo de las larvas. Hasta el año 2012, se utilizaban también medios aéreos hasta que fueron prohibidos por la Unión Europea en el marco de actuación para conseguir un uso sostenible de los productos fitosanitarios.

Sin embargo, el mejor método de control para la procesionaria del pino sería el propio equilibrio de la naturaleza, si esta no se viera alterada, ya que cuenta con numerosos depredadores como pájaros, hormigas rojas, avispas o murciélagos. También destaca la eficacia de unos hongos del suelo, que rompen el ciclo biológico de esta especie: se trata de los hongos Cordyceps, cuyas esporas quedan atrapadas entre los pelos de las orugas en su descenso a tierra en primavera.

Si tu mascota ha encontrado en contacto con una Oruga procesionaria no dudes en llamarnos y venir a la clínica para poder ayudarte: 𝐂𝐚𝐥𝐥𝐞 𝐃𝐫. 𝐑𝐨𝐝𝐫𝐢́𝐠𝐮𝐞𝐳 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐅𝐮𝐞𝐧𝐭𝐞, 𝟐𝟕, 𝐁𝐫𝐮𝐧𝐞𝐭𝐞. 𝟗𝟏𝟖 𝟏𝟓 𝟖𝟐 𝟎𝟖 / 𝟔𝟕𝟓 𝟗𝟑 𝟐𝟐 𝟏𝟏.